La Batalla del Gaznate es una de las confrontaciones más recordadas de la Danza de los Dragones, la guerra civil de la Casa Targaryen que sacudió los cimientos de Westeros. Este decisivo enfrentamiento naval, conocido por su brutalidad y consecuencias devastadoras, se libró en el Gaznate y marcó un hito en la lucha por el Trono de Hierro. ATENCIÓN SPOILERS!!!
Antecedentes
El Gaznate, una región estratégica en el mar, se convirtió en el escenario de una batalla crucial debido a las crecientes tensiones entre las facciones de los Negros y los Verdes. Tras la captura de Harrenhal por el Príncipe Daemon Targaryen y otras derrotas sufridas por los Verdes, Ser Otto Hightower, Mano del Rey Aegon II Targaryen, ideó un plan para destruir la flota Velaryon, la principal fuerza naval de los Negros.
Ser Otto buscó una alianza con el Reino de las Tres Hijas, compuesto por Lys, Myr y Tyrosh, antiguos enemigos de Daemon Targaryen. Aunque inicialmente la negociación avanzó lentamente, finalmente logró que el Consejo Superior de la Triarquía aceptara la oferta de alianza. Noventa buques de guerra, bajo el mando del almirante lyseno Sharako Lohar, se dirigieron desde los Peldaños de Piedra hacia el Gaznate.
A pesar de los esfuerzos de Ser Otto, Aegon II se impacientó y destituyó a su abuelo como Mano, colocando a Ser Criston Cole en su lugar. No obstante, la flota de las Tres Hijas continuó con su misión, avanzando hacia el Gaznate.
Desarrollo de la Batalla
El Príncipe Jacaerys Velaryon, uno de los líderes más destacados de los Negros y comandante de la flota Velaryon, se enteró de la inminente amenaza y voló sobre su dragón, Vermax, para enfrentar a la flota de las Tres Hijas. A su llegada, Jacaerys y Vermax se enfrentaron a una línea de galeras lysenas, siendo recibido por una lluvia de lanzas y flechas diseñadas para contrarrestar el poder del dragón.
A pesar de los esfuerzos de los marineros de las Ciudades Libres para derribar a Vermax, el dragón y su jinete continuaron luchando con valentía. No obstante, la llegada de refuerzos desde Montedragón cambió el rumbo de la batalla. Los dragones Ala de Plata, Robaovejas, Seasmoke y Vermithor descendieron sobre los navíos enemigos, desencadenando una devastadora lluvia de fuego que hizo pedazos la flota de las Tres Hijas.
El caos se desató en el Gaznate: barcos explotaban o se incendiaban mientras hombres desesperados saltaban al mar, envueltos en llamas. La situación se tornó crítica para las Tres Hijas, pero el giro más trágico ocurrió cuando Vermax voló demasiado bajo y se desplomó en el mar. Existen diversas versiones sobre la causa de la muerte de Vermax. Algunos relatos indican que el dragón se estrelló contra una galera en llamas y quedó atrapado en el aparejo. Mientras el barco se hundía, Vermax pereció junto con él. Jacaerys, tratando de salvarse, se aferró a los restos de la embarcación hasta ser atacado por ballesteros de Myr. A pesar de sus esfuerzos, una flecha le atravesó el cuello y el príncipe se hundió en el mar.
Consecuencias
La Batalla del Gaznate tuvo consecuencias devastadoras para ambas partes. Los muertos se contaron por miles y Spicetown, la localidad cercana, fue brutalmente saqueada, sus habitantes masacrados y abandonados. La flota Velaryon perdió casi un tercio de su fuerza, una pérdida que afectó gravemente a los Negros, aunque el impacto más significativo fue la muerte del Príncipe Jacaerys.
Las Tres Hijas lograron una victoria táctica, pero su flota también sufrió enormes pérdidas. De los 90 buques de guerra que partieron de los Peldaños de Piedra, solo 28 sobrevivieron a la batalla. La derrota parcial de la flota de las Tres Hijas y las severas bajas sufridas marcaron un giro en la guerra, aunque el conflicto continuó con intensidad.
La Batalla del Gaznate se recuerda no solo por su ferocidad, sino también por el cambio que supuso en el equilibrio de poder durante la Danza de los Dragones. El enfrentamiento subrayó la brutalidad del conflicto y dejó una marca indeleble en la historia de Westeros.
