Durante la Danza de los Dragones, un conflicto devastador entre los Targaryen que dividió a Poniente, la batalla sobre el Ojo de Dioses fue una de las más épicas y trágicas en el enorme lago cerca de Harrenhal. Esta batalla enfrentó a dos de los más poderosos guerreros y dragones de la época: el príncipe Daemon Targaryen y su dragón Caraxes, y el príncipe Aemond Targaryen montado en el legendario dragón Vhagar. ATENCIÓN SPOILERS!!!
Antecedentes de la Batalla
Daemon había tomado Harrenhal y, ansioso por un enfrentamiento, desafió a Aemond a un duelo. Pasó trece días esperando el regreso de su sobrino. Finalmente, Aemond llegó acompañado de su amante, Alys Ríos, a quien despidió apasionadamente antes de enfrentarse al desafío. El destino de ambos dragones y jinetes quedó sellado en este duelo sobre las aguas del Ojo de Dioses.
Desarrollo de la Batalla sobre el Ojo de Dioses
Al caer el sol, ambos dragones, Caraxes y Vhagar, ascendieron al cielo, en lo que se dice fue una de las batallas aéreas más memorables de la historia de Poniente. El rugido de las colosales bestias y el resplandor de sus llamas iluminaron el cielo de tal manera que los habitantes de las Tierras de los Ríos creyeron que el cielo mismo estaba en llamas.
Durante la lucha, Caraxes se lanzó ferozmente contra Vhagar, mordiéndole el cuello mientras ambos dragones se enredaban en una lucha mortal. Las fauces de Caraxes se cerraron alrededor del cuello de Vhagar, pero a pesar de su ataque, las enormes garras y dientes de Vhagar despedazaron las alas y el vientre de Caraxes.
El momento culminante del enfrentamiento llegó cuando, en un acto de valentía o locura, Daemon Targaryen saltó de su silla de montar en Caraxes hacia Vhagar. Con la espada Hermana Oscura en mano, atravesó la cuenca vacía del ojo de Aemond, matándolo instantáneamente.
Los dos dragones cayeron en picado hacia las profundidades del lago, provocando un gigantesco chorro de agua que se elevó tan alto como la Torre de la Pira Real en Harrenhal. Ninguno de los dragones ni sus jinetes pudo haber sobrevivido a tal colisión, y así, el enfrentamiento entre estos poderosos guerreros llegó a su fin.
Situación tras la Batalla sobre el Ojo de Dioses
La muerte de Aemond Targaryen y Daemon Targaryen, junto con la pérdida de sus dragones, fue un golpe devastador tanto para los Verdes como para los Negros. Cada bando perdió no solo a grandes comandantes, sino también a dos de los dragones más poderosos que existían en ese momento.
Años después de la batalla, el cadáver de Vhagar fue recuperado, y el cuerpo de Aemond seguía encadenado a su silla de montar con Hermana Oscura aún incrustada en su ojo vacío. El cráneo de Vhagar fue llevado a Desembarco del Rey para ser exhibido en el Salón del Trono, y la espada Hermana Oscura fue devuelta a la Casa Targaryen.
Por su parte, Caraxes logró arrastrarse hasta la orilla del lago antes de sucumbir a sus heridas, muriendo cerca de Harrenhal. Sin embargo, el cuerpo de Daemon no se encontró. Aunque algunos relatos dicen que sobrevivió y se reunió con su amante Ortigas, la mayoría de los historiadores creen que su cadáver lo arrastró la corriente o los peces del lago comieron lo que quedó de él.
Impacto de la Batalla
La Batalla sobre del Ojo de Dioses fue uno de los episodios más dramáticos de la Danza de los Dragones. El enfrentamiento entre Daemon y Aemond, ambos representando la cima del poder de los dragones, marcó el comienzo del declive de los dragones en Poniente. A pesar de las victorias o derrotas en el campo de batalla, la pérdida de estas magníficas criaturas dejó una huella imborrable en la historia de los Targaryen y en los eventos que seguirían, con un Poniente cada vez más fragmentado por la guerra civil.