La Casa Tully es una de las casas nobles más antiguas y respetadas de las Tierras de los Ríos en Westeros, gobernando desde Aguasdulces. Durante la época de la Danza de los Dragones, la guerra civil que dividió a la Casa Targaryen y a todo el reino, los Tully jugaron un papel significativo, utilizando su posición estratégica para influir en el conflicto.
Estandarte y Lema de la Casa Tully
Estandarte
La Casa Tully ostenta un emblema que representa una trucha plateada saltando sobre un campo dividido de colores azul y rojo. Este emblema simboliza la fortaleza y la resiliencia de la casa, que se mantiene firme incluso en tiempos de gran adversidad.
Lema
El lema de la Casa Tully es «Familia, Deber, Honor». Este lema refleja los valores centrales de la casa: la importancia de los lazos familiares, la obligación de cumplir con sus deberes, y la necesidad de mantener su honor intacto.
La Casa Tully en la Danza de los Dragones
En primer lugar, durante la Danza de los Dragones, la Casa Tully estuvo bajo el liderazgo de Lord Grover Tully, el anciano Señor de Aguasdulces. Inicialmente, Grover mostró cierta inclinación hacia el bando de los Verdes, el lado que apoyaba a Aegon II Targaryen, sin embargo, las decisiones estratégicas de la casa fueron finalmente moldeadas por sus descendientes más jóvenes, quienes se alinearon con los Negros, liderados por Rhaenyra Targaryen.
Lord Grover Tully
Título: Señor de Aguasdulces
Papel: Al comienzo de la Danza de los Dragones, Lord Grover Tully, por su avanzada edad y su inclinación por la prudencia, favoreció una postura más neutral. Sin embargo, con el avance del conflicto y la creciente influencia de su nieto, Ser Elmo Tully, la casa se inclinó a favor de Rhaenyra y los Negros.
Grover fue reacio a tomar decisiones rápidas, y su inclinación a esperar antes de comprometerse con un bando u otro reflejaba su deseo de proteger a su familia y sus tierras de los estragos de la guerra. Sin embargo, su neutralidad inicial fue desafiada por las circunstancias y la presión de los jóvenes miembros de la familia.
Ser Elmo Tully
Título: Heredero de Aguasdulces
Papel: Ser Elmo Tully, nieto de Grover, jugó un papel más activo en la política de la guerra. A medida que la salud de su abuelo se deterioraba, Elmo tomó decisiones que comprometieron a la Casa Tully con los Negros. Además, su apoyo a Rhaenyra se basaba en la promesa de una mayor estabilidad y la preservación de la tradición, valores que resonaban profundamente en la casa.
Elmo fue clave en la movilización de las fuerzas de las Tierras de los Ríos en apoyo de Rhaenyra, lo que permitió que los Negros consolidaran su poder en la región y presentaran una resistencia más efectiva contra los Verdes. Bajo su liderazgo, Aguasdulces se convirtió en un baluarte estratégico que los Targaryen pro-Rhaenyra utilizaron para coordinar sus movimientos en las Tierras de los Ríos.
Kermit Tully
Título: Joven Señor de Aguasdulces
Papel: Tras la muerte de Grover y la posterior asunción de Elmo al liderazgo de la casa, Kermit Tully, el hijo de Elmo, continuó apoyando la causa de los Negros. Kermit lideró a las fuerzas de los Tully en varias batallas clave durante la fase final de la Danza de los Dragones, demostrando ser un comandante capaz y un líder decisivo.
Su participación en la Batalla del Camino Real fue particularmente destacada, donde las fuerzas de las Tierras de los Ríos, bajo su mando, infligieron una derrota significativa a los restos del ejército de los Verdes. Como resultado, esta victoria aseguró la posición de Rhaenyra y debilitó considerablemente la oposición.
Consecuencias de la Elección de los Tully
El papel de la Casa Tully en la Danza de los Dragones subrayó su influencia política en Westeros, especialmente en las Tierras de los Ríos. Aunque su apoyo a Rhaenyra y los Negros fue vital, la guerra dejó profundas cicatrices en la región. A pesar de las dificultades, la Casa Tully logró mantenerse en el poder y continuó siendo una fuerza significativa en la política de Westeros.
Legado de la Casa Tully en la Danza de los Dragones
El legado de la Casa Tully durante la Danza de los Dragones es un testimonio de su lealtad a sus principios y su capacidad para adaptarse a circunstancias adversas. Por consiguiente, a través de la guerra, demostraron que su lema, «Familia, Deber, Honor», no era solo una frase vacía, sino una guía para sus acciones en tiempos de gran peligro.